07/12/2022
Los informes de autopsia, genéticos y en informática, fueron contundentes
El testimonio de uno de los acusados (ya fallecidos), echó por tierra las estrategias defensivas.
En las jornadas anteriores, se conocieron detalles sobre la investigación que llevó adelante la fiscal Carmen Reuter y que contó con la intervención de los profesionales del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) y del Cuerpo Médico Forense (CMF) del Ministerio Fiscal.
“La investigación fue compleja y eficaz, todos ellos fueron responsables. En cada audiencia se confirmó que ellos fueron los que mataron a mi hija”, aseguró Pedro Paz, padre de la víctima.
Para este miércoles 7 de diciembre, desde las 13:30, se esperan los alegatos de clausura de las partes. La acusación contra los ocho imputados será sostenida por la fiscal Estela Giffoniello y el auxiliar de fiscal, Osvaldo Martínez Terán, intervienen por el Ministerio Público Fiscal.
Tres informes clave:
La autopsia
Ayer, martes 6 de diciembre, una forense analizó el informe de autopsia. Confirmó que Priscila sufrió en vida una multiplicidad de lesiones, algunas de ellas, de arrastre. Las más graves fueron a nivel rostro, cráneo, tórax y abdomen. En tanto, en cuello, presentaba compresión violenta de tipo manual, que la debilitaron. “Creo que la golpearon, estrangularon y dieron por muerta, pero pudo fallecer después”, dijo la médica forense, quien agregó que: “por la multiplicidad de los golpes, es posible que haya participado más de una persona”.
La data de fallecimiento, de acuerdo al estudio, indica que la muerte se produjo entre 48 y 72 horas previas a realizar la necropsia, realizada el 31 de julio. También se estableció que muchas de las lesiones tuvieron “características vitales”; es decir, que fueron hechas en vida, según se explicó. Finalmente, el estudio descartó la presencia de drogas.
Informática forense
En primer turno, un perito del ECIF confirmó que desde el celular de Priscila llamaron a su padre usando otra línea. Lo analizado consta en el informe técnico confeccionado por los profesionales en informática del MPF. “Este número llamó primero al padre de la víctima”, dijo el experto en relación con el chip que habría colocado “Borolo” Miranda en ese dispositivo.
Según explicó el profesional, fue la primera llamada desde el teléfono de Priscila Paz, luego de cambiar el chip, en la mañana del 22 de julio de 2022, cerca de las 10:45 horas. “Cuando atendí, escuché a personas peleando, un hombre dijo ‘qué hacés, hija de puta, te voy a romper el teléfono’”, contó en su momento, Pedro Paz, el padre de la joven.
En relación con los análisis al dispositivo, el testigo experto confirmó que desde ese celular se envió, usando otra línea, un mensaje a otro número telefónico, diciendo: "Este es mi número mamá, soy Borolo". Esa actividad se registró momentos después de la llamada anterior.
Se trata del mismo aparato en el que Luciana Erika Solange Alderete ingresó una tarjeta SIM a su nombre, el día siguiente a la desaparición de la joven. Previo a ser privada de la libertad y despojada de su celular, Priscila logró enviarle un mensaje a su amigo Cristian Sarmiento, a quien alertó sobre la situación que sobrevendría a continuación.
En el celular de Priscila fueron insertados dos chips. A través de las investigaciones realizadas por la Fiscalía y el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del MPF, se logró determinar que las comunicaciones que se captaron de estos dos números mencionados, tuvieron lugar en los barrios Elena White y Ampliación Elena White.
Pericias de ADN
Respecto a la camioneta Chevrolet S10 perteneciente a "Pocho" Ledesma, se conoció que a partir del informe, que fue secuestrada y sometida a las pericias correspondientes, lográndose detectar manchas de sangre correspondientes al perfil genético de la víctima en el interior de la caja del vehículo y en la compuerta de la misma, además de otros sectores, como el cubre-caja. La información fue incorporada en la jornada de hoy por un genetista del equipo del MPF.
Según el informe practicado oportunamente, en el vehículo fue hallado un cepillo, que también fue analizado, arrojando que presentaba manchas de sangre coincidentes con el perfil de Priscila. Cabellos hallados en ese rodado también serían de la víctima.
El chófer
El relato de Hugo Ramón Miranda (fallecido) cuñado y chofer de "Pocho" Ledesma, terminó por confirmar la teoría del Ministerio Fiscal en cuanto a la participación de los imputados en la desaparición y posterior muerte de Priscila.
El mismo fue incorporado por lectura. A partir de su relato, se desprende que "Pocho" (también fallecido) era un importante transa del barrio en el que residía.
De su versión surge que el día en el que ocurrieron los hechos, Ledesma estaba consumiendo drogas junto a sus hijos "Borolo" y "Cancán" Miranda y "Tutuy" Carabajal y Ogas.
A ese lugar llegó "El Salteño" Gómez cerca de las 6.00 de la mañana, y fue quien buscó y llevó hasta ese lugar a Priscila, quien una vez allí fue golpeada y estrangulada.
Miranda, dijo que él, "Pocho", "Tutuy" y Franco cargaron el cuerpo en la camioneta de “Pocho” y lo arrojaron en los cañaverales donde posteriormente fue encontrado.
Las calificaciones
En la audiencia del martes, la fiscal Giffoniello definió las acusaciones. De este modo, Luciana Alderetes es acusada por encubrimiento. Víctor Carabajal, como partícipe necesario de privación ilegítima de la libertad y homicidio agravado por alevosía y ensañamiento. Por el mismo delito, pero en calidad de coautores, fueron acusados Juan José Gómez, Facundo Miranda, Walter Miranda, Franco Ogas, Verónica Argota y Paola Rojas.
Los hechos
Según la teoría del caso, a las 7.30 del 22 de julio de 2018, Priscila salió de su trabajo, un hotel en la ruta 301. En esas circunstancias, fue interceptada y llevada hasta una vivienda del barrio Ampliación Elena White, donde la mantuvieron cautiva y la despojaron de su celular.
Los captores, todos ellos adictos a las drogas, la golpearon salvajemente. Para hacer desaparecer su cuerpo, lo cargaron en una camioneta y lo depositaron, tiempo después, en una finca de caña ubicada en San Pablo, donde fue hallado el 31 de julio.
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