19/09/2020
El hombre dijo que el miércoles él y un compañero fueron abordados por unas 30 personas quienes los redujeron y los mantuvieron cautivos entre golpes y amenazas
Eduardo Ariel Sosa es dueño de un predio en la zona de El Cadillal que, según dijo, se convirtió en el objetivo de un vecino, dedicado a la venta de terrenos, a quien acusó de organizar un grupo de delicuentes que lo secuestraron y torturaron para obligarlo a ceder su propiedad
.Sosa logró expulsar a las personas que estaban parcelando parte de su campo, aparentemente enviadas por el mismo sujeto al que ahora, acusa de un delito mucho más grave.
Según dijo, el miércoles él y un compañero fueron abordados por unas 30 personas quienes los redujeron y los mantuvieron cautivos entre golpes y amenazas.
Incluso habrían cavado una fosa en la que aseguraron que los sepultarían luego de asesinarlos.
Tras cuatro horas de terror y pese a las amenazas para que no fueran a la Policía con las que los secuestradores se despidieron, Sosa se presentó primero ante la Unidad Regional Norte y luego en la Comisaría de El Cadillal.
El accionar denunciado por Sosa alcanzó también a su esposa, Mariela Paz, quien según contó fue abordada cuando se dirigía a la dependencia policial de la villa turística, por un grupo de personas que tras amenazarla y golpearla, intentaron arrastrarla hacia un monte cercano.
“Son tipos pesados, todo el mundo los conoce, nos dijeron que no hagamos la denuncia porque conocen a nuestras familias, saben dónde encontrarnos y lo que hacemos" finalizó Sosa, pidiendo a la Justicia que no los deje desamparados.Fuente(Contexto)