Seguinos en las redes:

Sábado 20/04/2024
X
RADIO EN VIVO
Argentina

07/07/2020

Bebés coronials: nacer y crecer durante una pandemia

Quienes nacieron en cuarentena quizás no conocen a sus abuelos, tíos y primos pero crecieron en un ambiente de mayor intimidad familiar, producto del aislamiento.

Los bebés nacidos durante la cuarentena ante el avance de la pandemia del coronavirus ya cumplieron tres meses de vida, período en el que pese a no haber conocido a sus abuelos y abuelas, tíos, parques ni plazas, crecieron en un marco de mayor intimidad y disponibilidad del seno familiar, lejos de las obligaciones y rutinas establecidas.

"Lo mejor que puede tener un niño cuando le cuenten el cuento de su vida es poder historizar, uno no es tanto lo que vivió sino el relato de lo que vivió", explicó a Télam Alejandra Libenson, psicóloga, psicopedagoga y especialista en crianza, al ser consultada sobre las niñas y niños nacidos durante el aislamiento.

Bebés pandemials, coronials, baby-coronas, son algunos de los apodos con los que nacieron quienes vinieron al mundo en la época en la que el coronavirus pareció arrasar con todo lo conocido. En el país, puntualmente, son los bebés que nacieron a partir del aislamiento obligatorio que decretó el gobierno nacional como instrumento para frenar la pandemia.

Allegra nació el 24 de marzo, a 4 días de declarada la cuarentena. "Tuvimos la suerte de estar solos en el piso de maternidad sin la paranoia del coronavirus en todo su esplendor", dijo Paula Santaguida, de la localidad de Los Hornos.

Para Paula, lo bueno de que haya nacido cuando iniciaba el aislamiento es el haberla disfrutado "al cien por ciento con el papá, sin opiniones ni intromisión, solos los tres", aunque reconoció que también fue una contra al "no contar con una mano en los días de agotamiento y sin el componente familiar de apoyo".

Es que nacer en tiempos de pandemia implica un abanico de ventajas y desventajas. La visita de los abuelos, la salida a la plaza, las primeras reuniones, todo aquello que no puede ser, y que reemplazó la videollamada fue compensado por la intimidad que impuso el estar en casa a esperar que pase el virus y llegue la nueva normalidad.

"Crecer en los primeros meses de vida para un niño es encontrarse con un mundo nuevo donde tiene una fusión absoluta con su mamá, o con quien lo materne. En este vínculo, bebé y mamá son uno, no necesitan a nadie más que a ellos dos", dijo Libenson.

Así lo cree Marcela Nürnberg, quien tuvo a Simón el 29 de marzo en Ensenada, diez días después de iniciado el aislamiento. "La cuarentena permite pasar el día entero con mi hijo, cosa que sería imposible en circunstancias normales", explicó.

Para Simón, igual que para el resto de los coronials que ya cumplieron tres meses, la cuarentena es la normalidad, y para las madres esta nueva maternidad no se puede disociar del aislamiento. "Estoy aprendiendo a maternar online: llamadas de emergencia a mi suegra para que nos explique cómo cuidar el ombligo, a una amiga farmacéutica para que nos dé su opinión sobre cremas, videos y fotos que se envían y se reenvían a familiares", relató Marcela.

Madres y padres de los coronials aguardan el momento en que la pandemia termine para poder contarlo. Para la psicóloga, el relato de lo que vivió ese bebé dependerá del cómo se lo cuenten; si desde el lugar del miedo o desde la esperanza de que todos estaban ansiosos por conocerlo, acompañando cómo pudieron y que esta es su historia, "lo que le tocó vivir, sin dramatizar, ni minimizar el amor".(Fuente: Télam)