05/12/2025
El hecho tuvo lugar el 12 de noviembre de 2024, alrededor de las 13:50 horas, cuando la víctima, un menor de 13 años, caminaba por calle Chile al 3800 de San Miguel de Tucumán
En una audiencia realizada hoy, jueves 4 de diciembre, en el Centro Judicial Capital, se selló un juicio abreviado en el marco de una causa por robo agravado, donde resultó condenado Luciano Javier Sosa, de 20 años, por un violento asalto cometido contra un menor de 13 años.
La causa fue investigada por la Fiscalía de Robos y Hurtos III, al mando de fiscal Carlos Picón, con la actuación del auxiliar fiscal Rodrigo Bilbao.
El hecho tuvo lugar el 12 de noviembre de 2024, alrededor de las 13:50 horas, cuando la víctima, un menor de 13 años, caminaba por calle Chile al 3800 de San Miguel de Tucumán. En ese momento fue abordado por dos sujetos que circulaban en una motocicleta gris de 110 cc.
Según se acreditó en la investigación, uno de los delincuentes descendió del rodado y, mediante amenazas con un arma de fuego, le sustrajo al menor un teléfono celular Motorola C3 de color dorado y una mochila gris, la cual contenía una carpeta y láminas de dibujo que debía presentar en la escuela. Luego, ambos se dieron a la fuga en dirección oeste.
Investigación y pruebas
El padre de la víctima realizó la denuncia, aportando además imágenes y videos de cámaras de seguridad que registraron con claridad el momento del asalto. Las filmaciones comenzaron a circular rápidamente en redes sociales y grupos vecinales, donde los autores fueron identificados por vecinos.
A partir de las tareas investigativas, se logró establecer la identidad de Luciano Sosa y de un segundo sospechoso. Durante un allanamiento realizado el 15 de noviembre de 2024 en el domicilio de Sosa, se secuestraron prendas de vestir que coincidían con las utilizadas durante el robo, entre ellas una remera blanca y zapatillas blancas tipo Puma.
Posteriormente, un análisis comparativo de imágenes confirmó la similitud entre el imputado y la persona que aparecía en los registros del asalto. Además, en una rueda de reconocimiento realizada en mayo de 2025, la víctima reconoció de manera directa a Sosa como uno de los autores.
El padre del menor relató también el fuerte impacto psicológico que el hecho tuvo sobre su hijo, quien sufrió alteraciones en el sueño, miedo persistente y cambios significativos en su conducta.
La condena
Durante la audiencia con asistencia de su defensa, Luciano Javier Sosa reconoció su responsabilidad en el hecho, aceptando su participación de manera voluntaria. Como resultado del acuerdo de juicio abreviado, fue condenado a la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo, ya que Sosa registraba antecedentes penales previos, lo que evidenció una persistencia en su conducta delictiva.