09/06/2025
Había quedado en medio de un tiroteo y el disparo de un policía lo hirió gravemente. La imputación del oficial se agravó con un cambio de carátula
El velorio comenzó el domingo a las 17 y se extenderá hasta el lunes por la tarde. El agente volverá a ser indagado este lunes por la fiscalía.
Con profundo dolor y conmoción, familiares y amigos despidieron ayer a Thiago Correa, el niño de siete años que perdió la vida tras recibir un disparo en la cabeza en medio de un tiroteo entre un efectivo policial y un grupo de delincuentes, en la localidad de Ciudad Esperanza, en el partido de Villa del Sol.
El velorio comenzó a las 17 horas en la cochería Santa Paz, ubicada en la zona de San Martín, y se extenderá hasta las 9:00 del lunes, según informaron allegados a la familia.
El trágico hecho ocurrió el pasado miércoles en la esquina de Avenida Libertad y Calle 9, mientras Benjamín se dirigía junto a su padre hacia la casa de su madre. En ese trayecto, un oficial de la Policía Nacional, identificado como Lucas Fernández López, se enfrentó con cuatro delincuentes armados. Uno de los disparos impactó de lleno en la cabeza del pequeño.
Benjamín fue trasladado de urgencia al Hospital San Gabriel, donde permaneció internado en estado crítico. Falleció este viernes, tras dos días de agonía.
Este lunes a las 8:30, el oficial será indagado nuevamente por la Justicia. Está imputado por homicidio simple con dolo eventual delito que contempla una pena de entre 8 y 25 años de prisión, en concurso con exceso en la legítima defensa respecto a los atacantes. Además, se investiga la cantidad de disparos efectuados y el contexto urbano en el que ocurrió el enfrentamiento.
De acuerdo con los informes periciales, todos los disparos fueron realizados por el agente, y se determinó que el arma que portaban los delincuentes era una réplica de juguete.
En su declaración, Fernández sostuvo que no vio a nadie entre él y los agresores, y que disparó después de que, según sus palabras, los delincuentes agredieran verbalmente a su madre. También afirmó que fue él quien llamó al servicio de emergencias para que atendieran al niño herido.
"Todo ocurrió en cuestión de segundos, no hubo tiempo para pensar", declaró el agente, quien cuenta con apenas cinco meses de servicio en la Policía Nacional. La causa está caratulada como “tentativa de robo en poblado y en banda con arma de aptitud no comprobada”, “homicidio”, “lesiones graves”, y “tentativa de homicidio” por las demás víctimas del tiroteo. Fuente: (Ámbito)