01/05/2025
Está imputado por el intento de homicidio agravado por haberse cometido con abuso de funciones
Prisión preventiva por dos meses para Javier Nicolás Medina Quintana. Está imputado por el intento de homicidio agravado por haberse cometido con abuso de funciones. El hecho ocurrió el 29 de agosto de 2024. En este caso ya fue condenado otro efectivo por el delito de encubrimiento. En tanto, un tercero continúa sometido al proceso.
Javier Nicolás Medina Quintana, integrante del Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEAM), continuará preso por otros dos meses a la espera del requerimiento de apertura de la causa a juicio. Está acusado por el delito de homicidio agravado por haberse cometido con abuso de funciones por un empleado policial, en grado de tentativa, hecho ocurrido el 29 de agosto del año pasado (ver aparte). “A lo largo de las jornadas se tuvo en cuenta la vulnerabilidad de la víctima (de 31 años y en situación de adicción) quien ha sido violentada por personas que deberían cuidarla. Son empleados policiales lo que torna al hecho como grave por el comportamiento del imputado quien con su escopeta reglamentaria realizó un disparo que impactó en la cara de la víctima (como consecuencia de ello perdió un ojo)”, informó la auxiliar de fiscal, Luz Becerra, quien participó de la audiencia en representación del titular de la Unidad Fiscal de Homicidios II, Carlos Sale. Por este hecho, Tomás Aráoz fue condenado, a través de un juicio abreviado, a la pena de un año de prisión de ejecución condicional por el delito de encubrimiento. En tanto, Luis Lobo se encuentra cumpliendo medidas de menor intensidad.
La teoría del caso
El 29 de agosto de 2024, entre las 09:00 y 09.30 horas aproximadamente, un masculino (31) se encontraba tomando bebidas alcohólicas junto a dos amigos en una gruta ubicada en la avenida Martín Berho al 2000 de San Miguel de Tucumán. Y al haber recibido llamados al 911 que solicitaban presencia policial por disturbios ocasionados en dicho lugar, se hicieron presentes en dos motocicletas tres empleados policiales de la Unidad Especial G.E.A.M. En esas circunstancias, Javier Nicolás Medina Quintana (quien iba de acompañante) se bajó de la motocicleta (que conducía Luis Lobo) y les dijo que se queden quietos y con una escopeta (provista por la repartición policial y abusándose de su función) con firmes intenciones de provocar la muerte a la víctima le realizó un disparo dirigido a la cara que le provocó heridas de suma gravedad por las cuales estuvo internado en estado crítico en el Hospital Centro de Salud, a donde fue llevado por sus familiares en un vehículo particular. Luego de realizar el disparo, los tres empleados policiales se dieron a la fuga del lugar siendo que ninguno de ellos puso en conocimiento de las autoridades que había sido herida una persona en el procedimiento, cuando tenían la obligación como miembros de la fuerza policial de denunciar la comisión del delito cometido por Medina Quintana.