01/06/2023
Hasta el momento hay cuatro detenidos aunque no se descartan novedades en la causa para los próximos días
La aparición de un cuerpo flotando en un tanque de agua destapó hace dos semanas el horror en Tucumán. El cadáver fue hallado por un albañil que había ido a hacer unas remodelaciones en la casa ubicada en Chacabuco al 59 y desde ese momento los investigadores intentan esclarecer qué fue lo que pasó con la víctima.
La joven de 22 años quedó imputada por homicidio luego de que los investigadores encontraran en su domicilio el documento de la víctima y una tarjeta. Durante su indagatoria la acusada negó los hechos, pero dijo que quería aportar datos. Sin embargo, hasta el momento no brindó más declaraciones y continúa en la cárcel.

La Justicia imputó a tres sospechosos más, entre ellos, José Luis Fumero, el exesposo de la mujer de 48 años y copropietario de la casa. Aunque no se encontró nada concreto en su celular, los investigadores se guiaron en el vínculo conflictivo y violento que tuvieron como pareja. A eso, se le sumó un móvil económico: la venta de la vivienda en la que vivía Picciuto.
“En realidad fue el primer sospechoso por ser el copropietario de la casa y por la disputa que hay desde siempre entre ellos. Transitaron un divorcio complicado como consecuencia de la tenencia de la hija. Hace unos meses que él insistía con vender todo el inmueble porque creía que lo iba a ayudar bastante económicamente”, detalló en diálogo con TN Gonzalo De La Vega, abogado de Florencia, la única hija de Picciuto.
Los otros sospechosos
Desde que trascendió la noticia, el entorno coincidió en que la víctima tenía un carácter difícil y aseguraron que solía tener problemas con los inquilinos. En ese contexto, todos aquellos que estuvieron en conflicto con Picciuto por la casa están en condición de sospechosos.
Es el caso de una peluquera y un panadero que alquilaron una de las partes del inmueble para tener sus comercios. “Tuvieron discusiones fuertes. Varios episodios violentos y amenazas entre ellos y Gaby por el espacio y la falta de pago”, contó De La Vega.
El tercero sería un hombre de apellido Marchese, que habría acordado con Fumero y habría comprado su parte. Él sería quien había decidido comenzar con refacciones en Chacabuco 59. Tanto él, como otros tres inquilinos, entraron al lugar autorizados por el exesposo de Gabriela, quien les habría dicho que la mujer estaba internada haciendo un tratamiento.
También apareció una presunta pareja de Fumero, una joven salteña que fue citada por la fiscalía y se encuentra prófuga.