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10/03/2023

Ocho muertos tras un tiroteo en un centro de testigos de Jehová de Hamburgo

"Hay indicios de que un autor está eventualmente en el lugar y que es uno de los fallecidos", informó la policía local, que investiga los motivos del ataque

Las autoridades alemanas investigan el tiroteo ocurrido este jueves por la noche en un centro de culto de testigos de Jehová en la ciudad de Hamburgo, en el norte de Alemania, que ha causado la muerte a ocho personas, según ha confirmado la Policía.

Además, hay un número todavía indeterminado de heridos, varios de ellos de gravedad. La Policía cree que uno de los cuerpos encontrados en el lugar de los hechos corresponde al del presunto autor del ataque. El hombre, de entre 30 y 40 años, era un antiguo miembro de esta confesión religiosa, según ha informado el periódico alemán Der Spiegel.

Por el momento se desconoce la motivación del ataque. Las autoridades han convocado una rueda de prensa a mediodía en Hamburgo para ofrecer más detalles de la investigación.

El tiroteo empezó pasadas las nueve de la noche. En ese momento, comenzaron a recibirse las primeras llamadas de auxilio a los bomberos y la Policía. Se desplazaron a la zona gran cantidad de ambulancias y servicios de emergencia. Los primeros agentes llegaron muy rápido porque se encontraban cerca del lugar. Escucharon un último disparo mientras accedían al edificio y posteriormente encontraron en la segunda planta a una persona sin vida, que creen que podrían tratarse del agresor, según señaló de madrugada a las televisiones un portavoz policial presente en el lugar, Holger Vehren.

Un testigo presencial relató a la cadena NTV que grabó con su móvil al presunto atacante desde su casa, situada enfrente del edificio. Al principio no sabía de qué se trataba. Vio cómo un hombre entraba al edificio. “Después oí alrededor de 25 disparos”, contó. “Unos minutos más tarde oí un único disparo más”.

El ataque se produjo en un centro de culto de testigos de Jehová de la calle de Deelböge, en el distrito de Gross Borstel, al norte de la ciudad. Toda la zona quedó acordonada, con calles y carreteras cortadas.

Durante las primeras horas las fuerzas de seguridad pidieron a los ciudadanos que no salieran de sus casas y buscaran refugio en un edificio si se encontraban por la calle. Ya de madrugada, la situación se había calmado y la Policía informó de que el peligro para los transeúntes había pasado.