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23/11/2021

Algunos futuros padres ven el futuro como demasiado oscuro para tener hijos

En un mundo de caos pandémico, conflictos políticos y catástrofes climáticas

Antes de casarse con su esposo, Kiersten Little lo consideraba un padre ideal. “Siempre vivimos con la mentalidad de casarnos y tener hijos”, relató. “Era algo esperado”. Es decir, algo que esperaban, hasta que la pareja hizo un viaje de ocho meses por carretera después de que Little obtuvo su maestría en salud pública de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.


”Cuando estuvimos en el oeste (California, Oregon, Washington, Idaho) condujimos por zonas en las que todo el bosque estaba muerto, los árboles derribados”, narró Little. “Pasamos por el sur de Luisiana, que fue azotado por dos huracanes el año pasado, y pueblos enteros habían sido arrasados, con enormes árboles arrancados de raíz”.


Ahora, con 30 años de edad y dos de matrimonio, Little aseguró sentir “el peso del conocimiento”. La pareja ve el desastre creciente al leer los últimos informes sobre el cambio climático y los foros sobre el hielo del Ártico. La ansiedad respecto a tener hijos se ha hecho presente.


”En el último año pensé: ‘Dios mío, tengo que tomar una decisión; no falta tanto tiempo’”, dijo. “Pero no sé cómo podría cambiar de opinión. En los próximos 10 años, siento que solo habrá más razones para no querer tener un hijo, no al revés”.


Estos temores no son infundados. Cada ser humano nuevo viene acompañado de una huella de carbono. En una nota dirigida a los inversionistas el verano pasado, los analistas de Morgan Stanley concluyeron que el “movimiento para no tener hijos debido a los temores sobre el cambio climático está creciendo y repercutiendo en los índices de fertilidad con más rapidez que cualquier otra tendencia anterior en el ámbito del descenso de la fertilidad”.


El trauma de casi dos años de coronavirus también ha hecho reflexionar a algunos futuros padres. Para Marguerite Middaugh, una abogada de 41 años de San Diego, la pandemia, sumada a la devastación relacionada con el clima, la llevó a posponer los tratamientos de fertilidad para tener un primer hijo. “Ver que la gente no se vacuna, que no cuida de su comunidad”, dijo. “Eso realmente me hizo reflexionar sobre si quería traer un hijo a este mundo”.