02/02/2024
Kazuki Anaguchi había protagonizado el combate el 26 de diciembre del año pasado contra Seiya Tsutsumi. Se desvaneció luego del evento y nunca más recuperó el conocimiento
La pelea que habían protagonizado Kazuki Anaguchi y Seiya Tsutsumi el 26 de diciembre del 2023 por el título gallo de Japón terminó en tragedia: Anaguchi murió a los 23 años luego de pasar 38 días en coma a raíz de un hematoma subdural, por el que horas después de la pelea debieron operarlo de urgencia.
El peleador que pertenecía al Gimnasio Shinshin de la ciudad de Kobe cayó en reiteradas ocasiones a lo largo de los diez rounds y encendió una alerta por exponer unos notorios problemas físicos. Si bien saludó con normalidad a su oponente cuando sonó la campana final, llegó a su rincón y mostró complicaciones de coordinación. Inmediatamente, los integrantes de su equipo lo llevaron hacia el vestuario.

El deportista “perdió el conocimiento y fue trasladado de urgencia a un hospital en Tokio” segundos después de bajarse del cuadrilátero. Le realizaron una operación de emergencia a raíz de este hematoma subdural derecho y, aunque lo habían trasladado de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) a una sala general para continuar el tratamiento, “nunca recuperó el conocimiento” desde aquel 26 de diciembre del 2023. “Posteriormente su presión arterial y otros valores mejoraron, pero no recuperó el conocimiento y quedó en observación”, especificaron sobre el proceso que atravesó.
El evento que tenía en juego el cinturón gallo de la Comisión Japonesa de Boxeo (JBC) se realizó en el Ariake Arena de Tokio con la presencia estelar de Tsutsumi (28 años), quien defendía su corona por cuarta vez. Antes del trágico desenlace, Anaguchi cayó en cuatro oportunidades entre los diversos rounds, pero llegó al final y se decretó su derrota por decisión unánime.