09/04/2025
Los 27 países que integran la Unión Europea aprobaron de manera definitiva el primer contragolpe en respuesta de los aranceles de Donald Trump
Se trata de aumentos de los aranceles por 25% contra productos norteamericanos por un valor de 21.000 millones de euros. Eso significa que las importaciones estadounidenses afectadas tendrán que pagar tasas de 5.000 millones.
A diferencia de China, la Unión Europea eligió una respuesta más moderada y estratégica frente a los aranceles impuestos por Estados Unidos, con el objetivo de evitar una guerra comercial abierta entre ambos bloques. Bruselas mantiene la puerta abierta al diálogo con la administración Trump, aunque busca negociar desde una posición firme.
Hungría fue el único país que votó en contra del paquete de represalias. Su canciller, Péter Szijjártó, advirtió que escalar el conflicto solo generará más perjuicios para la economía y los ciudadanos europeos. Italia, por su parte, apoyó la medida a pesar de haber pedido retrasarla. La primera ministra Giorgia Meloni se reunirá con Trump la próxima semana en Washington.
La medida europea responde a los aranceles del 25 % que Trump impuso al acero y aluminio europeos en marzo, lo que afecta exportaciones por unos 26.000 millones de euros. Aunque inicialmente se evaluó una represalia equivalente, la UE optó por un paquete más moderado para dejar margen a una posible negociación.
“La UE considera estos aranceles injustificados y dañinos. Aún preferimos una solución negociada que beneficie a ambas partes”, señaló la Comisión Europea, que dejó abierta la posibilidad de suspender las contramedidas si hay avances en el diálogo.
Los detalles de la aplicación de aranceles de la UE a EEUU y el plan dialoguista
La implementación de las represalias será gradual. La primera fase entra en vigor el 15 de abril y afectará productos estadounidenses por 3.900 millones de euros. El tramo más fuerte, que incluye bienes por 13.500 millones, se aplicará a partir del 15 de mayo. Finalmente, a partir del 1 de diciembre, se sumarán recargos a productos como soja y almendras por un valor de 3.500 millones.
Bruselas eligió cuidadosamente los productos afectados, apuntando a sectores clave en estados republicanos o disputados, como la soja en Luisiana, carnes en Nebraska y Kansas, y madera en Georgia, Virginia y Alabama. La idea es que el impacto genere presión interna sobre Trump desde su propia base electoral y desde las empresas afectadas.
Además, la UE ya está preparando un segundo paquete de sanciones más amplio, que podría incluir también a servicios y gigantes tecnológicos de EEUU, en caso de que no haya avances en las negociaciones. Este nuevo plan se presentará la semana próxima y podría aplicarse a partir de mayo.
"La guerra comercial no beneficia a nadie, pero si es necesario, tomaremos medidas para proteger nuestra industria y nuestros ciudadanos", afirmó Henna Virkkunen, vicepresidenta de la Comisión Europea.