14/07/2019
Como se sabe, el salario mínimo se elevó 18,5%, a $5.588 desde el 1 de agosto y se incrementará 10,5% más en enero, a $6.060.
Este primer tramo del aumento le representa al Servicio Penitenciario Federal un gasto adicional de $130 millones anuales que se los gira Economía. Lo injusto es que una parte de esos giros provienen de la Anses.
Cabe recordar que la jubilación mínima es de $3.821,33. Un preso gana 46% más que un jubilado. El interno tiene, además, la ventaja de que ese salario lo disfruta íntegro porque la comida la aporta el SPF, igual que la luz, el gas y los servicios de salud y educación.
La actual gestión del Servicio Penitenciario Federal que ha intentado ordenar las cárceles, de hecho eliminó la superpoblación, se encuentra con este enorme poder que tienen los presos con dinero contante y sonante en sus bolsillos y con familiares que además reciben subsidios del Gobierno. La Argentina es el único lugar del mundo en que el preso es sostén de familia.(Fuente: Infobae).