15/05/2025
El imputado Carlos Díaz había adelantado que hablaría este jueves ante los jueces, pero una discusión entre las partes y un pedido de recusación demoró la jornada
El testimonio de Carlos Díaz, el psicólogo imputado por la muerte de Maradona que tenía previsto declarar este jueves en el juicio, fue postergado a último momento a causa de un retraso en la jornada ocasionado por cambios imprevistos en los roles de los integrantes del tribunal.
La decisión la comunicó su abogado Diego Olmedo, quien pasado el mediodía le informó a todas las partes que su defendido tenía pensado hacer un descargo de aproximadamente tres horas y que, debido a las demoras surgidas al comienzo de la audiencia, no iba a llegar con el tiempo.
Si bien en general el horario se puede estirar para estos casos, esta audiencia es particular porque una de las juezas adelantó que debía retirarse a las 17 horas. “Volveré el martes”, le dijo Carlos Díaz a la prensa, mostrándose con ganas de hablar.
El motivo que demoró la jornada de este jueves fue un debate entre los abogados de todas las partes que se desató al principio del día. La discusión fue a causa de cambios imprevistos en los roles del tribunal que derivó en un pedido de recusación a una jueza, que finalmente fue rechazado.
Todo comenzó cuando los tres jueces que integran el Tribunal Oral N.º 3 de San Isidro ingresaron a la sala para dar comienzo a la nueva audiencia. Al hacerlo, los magistrados sorprendieron a los fiscales y letrados sentándose en lugares distintos a los que venían utilizando.
Maximiliano Savarino -que durante estos dos meses presidió y coordinó el juicio- se ubicó en la silla que venía ocupando la jueza Julieta Makintach en su rol de vocal; mientras que ella lo reemplazó y se sentó en el sillón principal del tribunal. Verónica Di Tomasso, por su parte, siguió en el lugar que venía utilizando.
La situación desconcertó a los presentes y fue rápidamente explicada por Makintach, quien tomó la palabra y dijo que, por común acuerdo, se decidió cambiar los roles del jurado: ella sería la encargada de dirigir el juicio, mientras que la jueza Di Tomasso pasaría a ser la presidenta oficial y el juez Savarino vocal.
Los cambios sin previo aviso ocasionó cuestionamientos de parte tanto de los fiscales, como de los abogados querellantes y defensores, quienes manifestaron no estar de acuerdo con la rotación y consideraron que “el debate tiene que finalizar como empezó”.
Ante el revuelo, la jueza Di Tomasso tomó la palabr y contó que el TOC Nº3 de San Isidro desde hace cinco años “padece la desintegración porque uno de sus miembros se acogió al beneficio jubilatorio y desde entonces la presidencia va rotando con los miembros del tribunal”. “Todos los 14 de mayo cambia”, aclaró.