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28/03/2024

Jueves Santo: ¿qué significa y por qué se celebra?

Hoy es Jueves Santo y muchos se preguntan qué significa y por qué se celebra esta jornada, asociada a la Semana Santa que actualmente transitamos

Al igual que los otros días de este período, que culmina el Domingo de Pascua de Resurrección que será este 31 de marzo, esta fecha conmemora episodios bíblicos asociados a los últimos días de Jesús en la Tierra.

Por la importancia de esta fecha, la jornada es un día no laborable en el calendario nacional, lo que significa que la situación en los puestos de trabajo queda a criterio del empleador.

Qué significan los días de Semana Santa

Como cuenta el relato sagrado para los cristianos, Jesús llevaba ya tres días en Jerusalén, a la cual había entrado triunfante en el evento que se conmemora el Domingo de Ramos, llamado así por las hojas de palma y los ramos de olivos que le arrojaban las personas a su paso. Aunque se quedaba en Betania, iba todas las jornadas a la ciudad sagrada, como parte de una profecía que él mismo había hecho antes de los episodios que narra la Semana Santa, y que San Mateo recogió en su Evangelio: “Comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día”.

Qué pasó el Jueves Santo según la Biblia

La Biblia cuenta que ese día coincidió con la celebración de la Pascua judía, que tanto Jesús como sus discípulos iban a celebrar. Cuando los 12 seguidores más cercanos de Jesús le preguntaron dónde celebrarla, él ya tenía la respuesta, contenida en una profecía, según cuenta el Evangelio según San Lucas: “-Miren —contestó él—, al entrar ustedes en la ciudad les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa en que entre y díganle al dueño de la casa: ‘El Maestro pregunta: ¿dónde está la sala en la que voy a comer la Pascua con mis discípulos?’. Él les mostrará en la planta alta una sala amplia y amueblada. Preparen allí la cena”.

Como esperaban los discípulos, las palabras de Jesús se cumplieron y los 12 prepararon la cena como les había indicado su Maestro. Al momento de sentarse, San Lucas cuenta que el adorado como Hijo de Dios les dijo: “He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer, pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios”.

Estas palabras se referían a la profecía mencionada, según la cual aquella Pascua sería la última que él pasaría en la Tierra. Aquel a quien sus seguidores llamaban Mesías realizó entonces la acción que dio comienzo al ritual de la Eucaristía: “Luego tomó la copa, dio gracias y dijo: ‘Tomen esto y repártanlo entre ustedes. Les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios’. También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: ‘Esto es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí'. De la misma manera, tomó la copa después de cenar y dijo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes’”.

El Evangelio según San Mateo narra que más tarde, en plena comida, el adorado como hijo de Dios hizo un anuncio que dejó a sus seguidores pasmados  “Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar”. Jesús estaba al tanto del acuerdo de Judas, tal como se lee en este Evangelio: “Llegada la tarde, [Jesús] se puso a la mesa con los 12 discípulos, y mientras comían les dijo: ‘En verdad les digo que uno de ustedes me entregará’. (...) Tomó la palabra Judas, el que iba a entregarle, y le dijo: ‘¿Acaso soy yo, Rabí? Y él respondió: ‘Tú lo has dicho’”.